• Doble limpieza nocturna: Primero con limpiador oleoso para disolver maquillaje, protector solar y contaminación acumulada durante el día, seguido de un limpiador específico para tu tipo de piel
• Limpieza matutina simple: Por la mañana generalmente basta con un limpiador suave de base acuosa, ya que la piel no está expuesta a maquillaje o contaminación durante la noche
• Agua tibia: Evita el agua muy caliente que reseca y sensibiliza
• Cambio frecuente de fundas de almohada: Reduce la acumulación de bacterias
• Hidratación sobre piel húmeda: Aumenta la absorción y efectividad de los productos
• No tocar el rostro: Previene la transferencia de bacterias a la piel.
• Omega 3: Presente en pescados azules, nueces y semillas de lino
• Antioxidantes: Frutas y verduras de colores intensos
• Hidratación interna: 2 litros de agua diarios mínimo
• Moderación con azúcares y lácteos: Pueden exacerbar inflamación e imperfecciones
• Probióticos: Favorecen la salud intestinal que se refleja en la piel.
• Masaje facial: Mejora la circulación y la penetración de activos
• Gua sha o rodillo de jade: Herramientas que potencian el drenaje linfático
• Técnica de "pressing": Presionar suavemente los productos en lugar de frotarlos
• Aplicación ascendente: Siempre desde el centro hacia fuera y de abajo hacia arriba
• Sellado con Bruma NÜR: Bruma hidratante NÜR, con ácido hialurónico, complejo hidratante vegetal y prebiótico. Amplia la acción hidratante y aporta protección extra a tu piel, después del maquillaje o en cualquier momento del día.